viernes, 4 de abril de 2008

Una nueva esperanza

El futuro, una palabra que abarca tantos temores, los cuales nos lleva a meditar sobre nuestro presente, más aun, si es en algo tan importante, como en quienes vamos a depositar nuestra confianza, para que tomen la rienda de nuestro país.

Tales temores, me vinieron una vez instaurada la asamblea constituyente, poco tiempo transcurrió para que flash backs inundaran mi cabeza, eran las mismas miradas pero con diferentes rostros, nuevos representantes, de nuestras viejas y poco efectivas prácticas políticas.

Donde lo que menos prevalece es el sentido común y el afán de servicio a favor de nosotros, sus representados.

Con estos antecedentes, dudas flotaban en el ambiente, a pesar de eso deje mi negativismo a un lado y empecé a buscar, un algo o alguien, una pequeña señal, que me diera una esperanza.

Cierto día, mientras contemplaba las estrellas, desde la ventana de mi cuarto, buscando una solución cósmica, una voz pausada, firme con convicción, hablando cosas coherentes, salía del televisor situado a mis espaldas, al voltearme vi a una joven mujer de frágil apariencia.

Pero solo eso, en apariencia, por que por lo demás quede sorprendido, de la firmeza de su temperamento y la visión que tenía para su edad…en un principio pensé tiene 25 posterior me entere que tan solo contaba con 22 años.

Intrigado y gratamente sorprendido, me encontraba frente ante esa señal que estaba buscando, pero esta vez decidí ir más allá, comprobar si estaba en lo cierto o era una mera ilusión, con un par de llamadas telefónica, conseguí el celular de ella, ya que como su lugar temporal de trabajo está ubicado a unos pocos kilómetros del mío, concerté una entrevista.

Por motivos laborales de ambas partes, la cita se postergo por algunos días, lo que me dio tiempo para revisar nuevamente, los tópicos, sobre los cuales tenía que girar la conversación.

Llegado el momento, se materializo el encuentro, mi primera impresión, al verla entrar a la oficina fue que su mirada y el aura que la rodean, dejan en un segundo plano, el que ella, se movilice en silla de ruedas, fue curioso, después de terminar la entrevista me di cuenta, más que nunca, de que mucha gente que camina es minusválida…….pero eso es harina de otro costal.

Lo increíble se dio, al irse desarrollando la entrevista, ver como un político cubría las expectativas y la visión de un segmento de la población, que aun no encuentra con quien identificarse. A continuación las coincidencias y razones por lo cuales hago esta aseveración.

El tema de los acuerdos es prioritario, para poder generar un país de paz, se puede encontrar muchas coincidencias entre izquierda y derecha, debemos encontrar los medios para hacer efectivas esas coincidencias.

Debe existir un sentido de conciencia social, hay que darle a la gente la certeza, de que uno no se vende, de que uno no negocia con la moral, dar confianza.

El verdadero potencial de los políticos jóvenes, es que somos capaces de crear mucha más afinidades, que las personas que ya no lo son.

La política es para los ciudadanos, hay que incentivar a la gente, a interesarse en el tema.

Hemos heredado de nuestros antecesores, que la población pre juzgue mal a la gente que esta inmiscuida en la política.

Los principios de izquierda son muy validos, en el tema humano principalmente, tanto como la derecha, en los principios económicos y lo uno no se contrapone a lo otro, es mas se pueden fusionar y armar una nueva fórmula para regir el país.

Ella se siente identificada, que puede representar tanto a los de izquierda, como a los de derecha.
Para poder crear armonía, uno tiene que representar a los unos como a los otros, en una misma persona, por ejemplo correa representa bien a una cantidad de la población y a otra no, tenemos a Nebot que hace lo mismo representa a unos pero no a otros, estamos yendo, a un país de uno y de otros, ella repite que se necesitan fusionar conceptos.

La política, no es para alcanzar medio de poder, debe ser usada para generar armonía social.

En algunas ocasiones, dar la razón a la mejor idea, no importando de que tendencia provenga, hace que, no me quieran en ambos bandos.

Se puede trabajar en razón de la gente y se puede trabajar para uno mismo, hay un riesgo que corren los jóvenes ante las tentaciones del poder y dinero, el servicio social es un freno para las ambiciones desmedidas, un freno al yo para pensar en nosotros.

Tenemos que tener el hábito de llegarle a la gente, uno primero tiene que construirse como buena persona, si uno no es buena persona, no se meta en la política porque hace mucho daño.

Las personas que se meten en la política, debe ser gente sencilla, gente asequible gente que no se llene de piropo, gente que no sea vanidosa, la política debería ser vista como la veía Gandhi, usarla con afán de servicio

Apropiarnos de nuestra ideas, defenderlas, sin ser intransigentes e intolerantes, hay que llegar a ser tolerantes, por que hay que respetar, al que piensa distinto, uno tiene que tener la fortaleza para transmitir sus ideas y la inteligencia de cambiar el mensaje, en el caso, de que el otro tenga la razón.

No puedes sancionar la verdad del otro sin antes escuchar

Uno tiene que identificarse y luchar por una causa social y luego meterse a la política.

Las autoridades, deben unir al país, no indisponernos entre nosotros.

María Cristina Kronfle más allá de ser un claro ejemplo de vida, es en cierta manera, una bocanada de aire fresco, una nueva manera de ver la política, por lo menos en este país.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

En verdad los extremismos terminan por desplomarse; buscar el punto de equilibro siendo fieles en los principios pero tolerantes en los métodos, podríamos empezar en la búsqueda de una mejor interacción humana. El pobre nada ganaría eliminando a los ricos, y los ricos nada pueden llevar cuando les toque su partida; hay que descubrir al ser que llevamos dentro, que por nuestra naturaleza humana es noble,es lo único que existe en común, seamos pobres o ricos; sería la base para encontrar el punto de partida que nos puede llevar a la armonía. Lo difícil, pero no imposible, es, buscar la forma de llegar a ellos comprendiendo la naturaleza de su comportamiento. Necesitamos unirnos todos, para hacer una gran revolución; pero una revolución de conciencia, para ser realmente libres.

Anónimo dijo...

En verdad los extremismos terminan por desplomarse; buscar el punto de equilibro siendo firmes en los principios pero tolerantes en los métodos, podríamos empezar en la búsqueda de una mejor interacción humana. El pobre nada ganaría eliminando a los ricos, y los ricos nada pueden llevar cuando les toque su partida; hay que descubrir al ser que llevamos dentro, que por nuestra naturaleza humana es noble, es lo único que existe en comun, seamos pobres o ricos; sería la base para encontrar el punto de partida que nos puede llevar a la armonía. Lo difícil, pero no imposible, es, buscar la forma de llegar a ellos comprendiendo la naturaleza de su comportamiento. Necesitamos unirnos todos, para hacer una gran revolución; pero una revolución de conciencia, para ser realmente libres.

Anónimo dijo...

Amigo mio, tus reflexiones son muy validas, el ideal, la esencia, es el servir al projimo, no es solo en politica, es voluntad de Dios y los que crean como yo, saben que es asi. Las intenciones y la labor de la asambleista Kronzle son dignas de aplauso, no eres el unico que comparte sus ideales y buenos deseos y asi como no faltara quien al leer tu blog esboce una sonrisa y piense " que iluso", tambien hay gente que se levanta cada dia y se baña de optimismo y fe para afrontar el mundo y al mas puro estilo Lennon en su inmortal "Imagine", esta convencido de que el sueño es posible...

La realidad politica latinoamericana dista mucho del ideal, el poder corrompe y es necesaria una ferrea conviccion para no dejarse llevar, no es imposible esta lucha, pero es dura, hay un camino largo todavia, mantengamonos optimistas y mas que soñar, hagamos como el colibri de esta fabula...

Un gran incendio asolaba el bosque y todos los animales huían despavoridos para salvar su vida. Todos, menos un pequeño colibrí, que iba una y otra vez al lago, llenaba su pico de agua y la dejaba caer sobre el fuego.
Un lagarto, intrigado por este comportamiento, se dirigió al avecilla:
–Colibrí, ¿tú estás loco? ¿Acaso crees que vas apagar el incendio arrojando unas cuantas gotas de agua sobre el fuego?
A lo cual replicó el colibrí con toda serenidad:
–No sé si voy a apagar el incendio, pero "yo hago mi parte".

HAGAMOS TODOS NUESTRA PARTE...

Segundo Siguencia abril dijo...

Realmente a lo largo de la historia los extremismos se han desplomado, y es muy saludable pensar en la necesidad entre sí, de las dos partes; de izquierda y derecha, analizarlas desde un punto de vista humano, que es lo común, ver una mejor interacción por medio de un acercamiento y la comunicación para llegar a una concesión racional. Podríamos llegar a la armonía, siendo firmes en los principios pero tolerantes en los métodos, siendo constantes en los procesos de los cambios de actitud de los integrantes de la sociedad. Simplemente el desarrollo de un país no se ve por el desarrollo económico de unos pocos, sino por el desarrollo de la mayoría de la gente común; pero también hay que considerar que a la pobreza no se la puede arrancar con la caridad, ni las regalías, sino con la decisión al trabajo; la forma de hacer lo que hacemos determina la dignidad de un trabajo honesto, creo que el mayor problema que tenemos es por la actitud; si somos capaces de transmitir el optimismo, la esperanza a los niños, a los jóvenes y a todas las personas que de alguna manera tocamos, podremos contribuir con un granito de arena para una mejor interacción entre los seres humanos.

Anónimo dijo...

Muy bueno el post. Creo que todo gira alrededor de dos elementos lamentablemente muy arraigados en la política tradicional ecuatoriana: el egocentrismo, y la ambición. El primero hará que las ideas propias sean siempre las mejores y la segunda logra que, más allá de tener buenas o malas ideas, las acciones solo estén encaminadas al beneficio propio. Se evidencia la necesidad de una nueva cultura política en la que primen los principios de vida que definen a María Cristina Kronfle.
DRGN